TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

viernes, 21 de octubre de 2011

CONVOCANDO A LA VIGILIA GENERAL DE DIFUNTOS

AVISO PARA ADORADORAS/ES DE Los TURNOs diocesanos

      Próximo ya el mes de Noviembre, y en éste, la conmemoración de los fieles difuntos, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna convoca Vigilia general extraordinaria, que tendrá lugar en el Oratorio de la Santa Cueva el próximo miércoles 2 de Noviembre a las 20,00 horas. 
     Dedicada de manera especial a los adoradores/as y familiares fallecidos durante el presente año; recordaremos también a todos los adoradores que nos precedieron en la Adoración Eucarística y que tendremos presente en nuestras oraciones para su eterno descanso.

… No queremos hermanos que ignoréis lo tocante a la suerte de los muertos, para que no os aflijáis como los demás que carecen de esperanza. Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios por Jesús tomará consigo a los que se durmieron en el… (1Tes.4,13 ss)


domingo, 16 de octubre de 2011

LA ADORACIÓN NOCTURNA CON SU REINA Y SEÑORA DEL ROSARIO

      El pasado 1º de Octubre celebramos nuestra tradicional Vigilia extraordinaria en honor de Ntrª. Srª. del Rosario, Patrona de Cádiz y Madre nuestra.
     En una calurosa noche, bajo el Manto de la Virgen nos reunimos unos treinta adoradores/as de los diferentes Turnos de la Sección diocesana, así como varios fieles que nos acompañaron. Presididos en esta ocasión por el Rvdº P. D. Pascual Saturio o.p. y el Rvdº Diácono D. Manuel López, pudimos vivir una sentida Vigilia de Adoración Eucarística.
     Con la exposición del Santísimo comenzamos el rezo del Santo Rosario, continuando con una Hora Santa de adoración en honor de nuestra Señora y en presencia de Cristo Sacramentado.


     Tras la Reserva Eucarística, concluimos con la celebración de la Santa Misa; durante la cual proclamaron públicamente su compromiso de fidelidad y acto de consagración tres nuevas Adoradoras, a las que, una vez bendecidas las correspondientes insignias, les fueron impuestas. Acto que les unen a nuestra Asociación, para así, como recordó nuestro vicepresidente, “…mantenerla viva, con fidelidad a los principios fundacionales y en continua unión eucarística…”


     De las palabras del P. Saturio podemos extraer muchas enseñanzas y todas de gran valor, pero cabe destacar la que nos refirió, recordando a S. Juan de la Cruz, sobre cómo los adoradores sabemos cuál es la fuente y origen de todo -…que bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche…- y la suerte que tenemos al reconocer la presencia real de Xtº. en la Hostia Consagrada, que veneramos y adoramos en la Custodia.
     Con las fotos de rigor y la alegría que el acto nos suscitó, marchamos; quedando emplazados, si Dios lo quiere, para el año próximo en que mantendremos la esperanza de contar con mayor participación y mientras recordamos estas dulces palabras “…venid a mi todos los que estáis fatigados y agobiados, que yo os aliviaré…” (Mt 11,28).

jueves, 13 de octubre de 2011

… “rezad unos por otros para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo”… (Santiago 15,16)
     Para la pronta recuperación de nuestro hermano adorador y Presidente diocesano, Antonio Llaves Villanueva,  tengámoslo presente en nuestras oraciones.
     "Aunque la enfermedad forme parte de la experiencia humana no logramos acostumbrarnos, no sólo porque a veces es verdaderamente grave y dura, sino porque estamos hechos de vida”.
     Por ello, añadió, "en esos momentos surge la duda y la angustia en el ser humano, quien se pregunta: "¿cuál es la voluntad de Dios?".
     El Papa afirmaba que "con el pasar de los tiempos, no cambia el mensaje de la Iglesia que proclama que la vida humana es bella y es vivida en su totalidad también cuando es débil y está envuelta en el misterio del sufrimiento".

Benedicto XVI, en la Jornada Mundial del Enfermo

lunes, 10 de octubre de 2011

EL OBISPO CEBALLOS, SEMBLANZA

      No lo tenía fácil cuando llegó a nuestra Diócesis. Venía a sustituir a un Obispo excepcional: un intelectual brillante, hombre inteligente y sabio, espléndido orador, gran organizador, alma abierta y extrovertida, amigo entrañable de todos, con una "magia" especial para las relaciones humanas... Muchos serían los calificativos necesarios para definir con justicia la rica personalidad de nuestro queridísimo Don Antonio Dorado. Baste decir que, a lo largo de sus veinte años de ministerio episcopal, supo ganarse el respeto, la admiración y el cariño de todos cuantos tuvimos la suerte de tratarle.
     Por eso, sucederle en la sede gaditana no iba a resultar tarea fácil. Y no lo fue para el nuevo Obispo que Dios nos enviaba: Don Antonio Ceballos Atienza. Pronto nos dimos cuenta que se inauguraba un pontificado muy distinto. Teníamos un obispo más rezador que conversador. Un hombre bastante tímido, al que le horroriza hacer ruido inútil. Un pastor que prefiere parecer blando antes que imponer su autoridad con energía. Un apóstol que, en la vida de la Iglesia diocesana, ha apreciado más el testimonio de los valores evangélicos que las vistosas programaciones pastorales. Un hombre bueno que sigue creyendo en las posibilidades de la caña cascada y de la mecha vacilante. Pero, sobre todo, un creyente abrazado a la sabiduría de la cruz, que anhela mucho más permanecer fiel a Dios, en medio de la debilidad y las dificultades, que cosechar el éxito y los aplausos de este mundo. Poco a poco, y no sin dificultades, hemos ido reconociendo que regía nuestra Diócesis "un hombre de Dios".
     Para la mayoría de los contemporáneos de Jesús resultó necedad y escándalo que un carpintero salido de Nazaret pretendiera ser el Mesías y, más aún, el Hijo de Dios hecho hombre. ¿Cómo podría estar Dios recostado en un pesebre, o clavado en una cruz? También nosotros hoy estamos tentados de creer que Dios sólo puede actuar a través de personalidades relumbrantes que se imponen de manera irresistible por la brillantez de sus talentos y sus dotes personales. Y, sin embargo, Dios sigue obstinado en llevar adelante su obra por medio de instrumentos humildes y sencillos. Es el caso del obispo Ceballos. Casi sin hacerse notar, desde la entrega silenciosa de cada día, ha ido entretejiendo un pontificado abundante en frutos contundentes que se fueron acumulando casi sin hacer ruido, como el obispo.
     Nada más llegar, devolvió el Seminario a la Diócesis, porque creyó que los sacerdotes de Cádiz éramos suficientemente competentes y capaces como para formar a los futuros servidores de nuestras comunidades. Hoy deja ordenados una cincuentena de presbíteros. Casi la mitad de nuestro presbiterio en activo. Y ha enviado a completar estudios a otra veintena, entre licenciados y doctores, para que aseguren el buen nivel intelectual y espiritual de nuestra clerecía.
     Poco después, convocó un Sínodo diocesano. Hacía ya más de un siglo que no se convocaba una asamblea diocesana de ese rango. Y lo hizo porque creyó en esta Iglesia, y en su capacidad para alzarse en pie de misión, para abrirse con valentía al mensaje liberador del Evangelio y al reto de anunciarlo en esta hora de la historia, a la vez tan apasionante y difícil. Los decretos sinodales contienen una valiosa luz para alumbrar los pasos de la misión pastoral de nuestra Diócesis en los años venideros.
     Al obispo Ceballos debemos también la reorganización de la Curia diocesana, a la que ha dotado de un nuevo organigrama que busca adaptarla al servicio eficaz de las necesidades de la acción pastoral. También ha reactivado los Cabildos catedralicios, tanto de Cádiz como de Ceuta, nombrando una veintena de nuevos canónigos que garanticen una mejor atención de ambas catedrales.
     Incontables son las cartas pastorales publicadas por el obispo Ceballos en sus dieciocho años de pontificado. Muchos gaditanos, a través de los cristales de su querido balconcito del Campo del Sur, le hemos visto escribirlas hasta altas horas de la noche, cuando encontraba tiempo para hacerlo. De especial valor e interés pastoral y humano han sido sus cartas sociales, especialmente las publicadas cada 1° de mayo. Cartas valientes, llenas de sensibilidad social, y de llamadas convincentes a la solidaridad y la justicia. Ecos del corazón de un obispo que nunca quiso desclasarse de la clase trabajadora, ni siquiera en su estilo de vida.
     Muy destacable en la labor del obispo Ceballos ha sido su actividad constructora. A pesar de la crónica escasez de recursos que padece nuestra Diócesis, ha edificado nueve templos parroquiales, casi todos en barriadas humildes, donde habitan familias de escasos recursos. Y ha rehabilitado, total o parcialmente, casi una treintena de parroquias y otros templos, incluida la Seo gaditana, tesoros inestimables del patrimonio histórico-artístico de nuestra provincia.
     A lo largo de su pontificado el obispo Ceballos también ha impulsado la vida de diversas fundaciones benéficas, todas ellas en servicio de los más pobres y desasistidos de la sociedad. En un momento histórico en que las instituciones públicas recortan gastos sociales, nuestro obispo no ha tenido miedo en "embarcarse" en grandes retos y, sólo en Cádiz, ha apoyado o impulsado la creación de tres residencias para ancianos, una guardería para niños y un espléndido centro social, para el cual cedió su propia casa. También ha logrado conservar para Cádiz una Escuela Universitaria de Enfermería, que hoy no existiría sin su empeño tenaz y generoso apoyo.
     En estos días en que se cierra su largo pontificado, era justo recordar algunos de los méritos más notables este obispo silencioso, pero "hormiguita", que deja a su amada Diócesis un notable y valioso legado. Ojalá que todos los católicos gaditanos, hechos una piña en torno al nuevo obispo, sepamos rentabilizarlo. Por lo demás, no nos queda sino dar gracias a Dios por este hombre bueno que vino en su nombre, y rodearle de cariño y gratitud, todos los años, ojalá muchos, que Dios quiera tenerlo con nosotros.

Rvdº. Oscar González Esparragosa         
Consiliario del 7º Turno  Mª Auxiliadora y S. José.