TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

domingo, 22 de abril de 2012

"De los escritos del Siervo de Dios D. Luis de Trelles y Noguerol”


   No hay para nosotros una cosa más dulce, más tierna, más expresiva y más amiga que la lámpara sacramental que resplandece en la callada noche en frente del Sagrario. La lucecita acompaña a su Dios, que yace allí sólo y olvidado, y custodia desde allí las almas que el Señor redimió…
   Es la lámpara compuesta de vaso y luz; alma y cuerpo, como si dijéramos, espíritu y materia. Toda luz viene del Verbo, porque el Verbo es la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.

testigo que avisa al pasajero de Su presencia real en el Tabernáculo.

   El hombre de mundo duerme tranquilo en su lecho, mientras el Señor amantísimo queda sólo en medio de la oscuridad, y continua, sin embargo, ofreciendo a su Eterno Padre su sacrificio perenne…
   ¡Si hubiese un adorador nocturno! ¡Si hubiese una persona, una sola que guardase la presencia de Jesús!
   Queridos lectores: procurad que se haga, que se establezca en todas partes la nocturna adoración...
   El adorador, si se apagase la luz del Tabernáculo, la encendería y la proveería de aceite; y, cerca de la luz, habría otra luz mejor que la natural: la luz de la fe del adorador, que acompañaría a nuestro Dios durante la vigilia.

 
   Acompañar al Señor, tomar parte en sus cuidados, adorarle cuando está sólo, aplicar su Pasión a las necesidades de la Iglesia, pedir la tranquilidad pública y el alivio de los males privados, y la conversión de los pecadores, y la perseverancia de los justos, y la confirmación de los débiles, y la mejora de los tibios, y la frecuencia de los Sacramentos, y la libertad de las almas del Purgatorio, y la salvación de los enemigos, y la paciencia de los que sufren, y la humillación de los soberbios, y la conversión del mundo, es la gran tarea de los adoradores nocturnos de Jesús Sacramentado, y la mejor ocupación de los fieles cristianos…

“La Lámpara del Santuario” Tomo VII– Pág. 1 – Año 1876

domingo, 15 de abril de 2012

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA

     Durante los años treinta, cuando comenzaba a gestarse la segunda guerra mundial, nuestro Señor Jesucristo entregó a la humanidad, a través de Santa María Faustina Kowalska, una serie de mensajes. Estos mensajes, cargados de esperanza y premura, nos indican que debemos dirigir nuestra mirada hacia Él, reconociendo y valorando el sacrificio que hizo por nosotros.
     Lamentablemente en estos días pareciera que los hombres, en un sentido genérico, han olvidado el objetivo final de la vida, el ser dignos de alcanzar la Gracia de Dios. Esta perdida de rumbo genera un vacío imposible de llenar. Algunos intentan revertir lo anterior por medio de posesiones materiales. Otros, consideran que esta necesidad de "algo" puede ser cubierta disfrutando de la vida al máximo, justificando conductas que los alejan aún más del propósito antes mencionado. Será tarea de cada uno el identificar cual es su objetivo.
     Los mensajes mencionados se refieren a la Misericordia infinita que siente Nuestro Señor Jesucristo, por cada uno de nosotros. Él reconoce nuestra miseria, se compadece de nuestras vidas llenas de cansancio, tristeza, errores y vacíos. Él nos tiende una mano ofreciéndonos su ayuda y el perdón de nuestras faltas.
     Estos relatos en sí nos demuestran la Misericordia del Señor, ya que es Él quién nos busca, nos tiende una mano, nos alienta y nos ofrece su perdón. No podemos desperdiciar esta maravillosa invitación.
     Todos tenemos la certeza que algún día moriremos, que nuestra vida terrenal llegará a su fin. Esta verdad nos causa incertidumbre o inclusive miedo. Aunque pretendamos alargar nuestras vidas, de todos modos cuando Dios así lo disponga, moriremos. En vista de esta realidad imposible de cambiar, nuestro Señor Jesucristo nos dice que siempre debemos estar preparados. Precisamente la devoción a la Divina Misericordia, así como lo menciona Jesús, es nuestra última oportunidad para prepararnos antes de la justa justicia de nuestro Padre.

     La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 5 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será “segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia.
     Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril de 2000: “En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia (“DIVES IN MISERICORDIA”).
     
DECRETO

Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos, rece en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti").
     Además, los navegantes, que cumplen su deber en la inmensa extensión del mar; los innumerables hermanos a quienes los desastres de la guerra, las vicisitudes políticas, la inclemencia de los lugares y otras causas parecidas han alejado de su patria; los enfermos y quienes les asisten, y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempeñan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria en el domingo de la Misericordia divina si con total rechazo de cualquier pecado, como se ha dicho antes, y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales, rezan, frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, "Jesús misericordioso, confío en ti").
Si ni siquiera eso se pudiera hacer, en ese mismo día podrán obtener la indulgencia plenaria los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el propósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas.
Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.

     Los sacerdotes que desempeñan el ministerio pastoral, sobre todo los párrocos, informen oportunamente a sus fieles acerca de esta saludable disposición de la Iglesia, préstense con espíritu pronto y generoso a escuchar sus confesiones, y en el domingo de la Misericordia divina, después de la celebración de la santa misa o de las vísperas, o durante un acto de piedad en honor de la Misericordia divina, dirijan, con la dignidad propia del rito, el rezo de las oraciones antes indicadas; por último, dado que son "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7), al impartir la catequesis impulsen a los fieles a hacer con la mayor frecuencia posible obras de caridad o de misericordia, siguiendo el ejemplo y el mandato de Jesucristo, como se indica en la segunda concesión general del "Enchiridion Indulgentiarum".
     Este decreto tiene vigor perpetuo.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 29 de junio de 2002, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, apóstoles.

CONVOCANDO A LA 1ª VIGILIA MARIANA - ANE/ANFE

          AVISO PARA ADORADORAS/ES DE LAS SECCIONES Y TURNOS DIOCESANOS.

     El próximo día 28 de Abril el Consejo de Zona de la Adoración Nocturna nos convoca a la 1ª Vigilia Mariana, que se celebrará en la Basílica de Ntrª Señora del Rocío de la localidad de Almonte (Huelva).
     Con estas entusiastas palabras nuestro delegado de Zona  nos invita a la misma:
  Se pondrá por nuestra parte la mayor de nuestras ilusiones y esfuerzos, esperando que no solo sea la primera, sino el principio de una peregrinación anual para visitar a nuestra Santa Madre y adorar a su Santo Hijo Eucaristía, empresa que con la colaboración de todos vosotros se podrá lograr, pues como sabemos, el empuje del Señor ya lo tenemos”.
     Sirva ésta como convocatoria, al objeto de poder establecer anticipadamente con cuantos adoradores/as de su Sección podemos contar para la reserva de plazas en el autobús que se pretende contratar para el desplazamiento (Secciones de Cádiz-S. Fernando-Chiclana-Ptº Real); otras Secciones interesadas se pondrán de acuerdo entre ellas para su gestión y solo motivado por la lejanía física a la Sección Diocesana, siendo los gastos del mismo sufragados por cada participante.
    En una primera valoración podemos considerar que el precio por persona (ida y vuelta) oscilará entre los 15€/20€ (si completamos el autobús) quedando incluido en el mismo los gastos de colaboración/sufragio de los gastos de su preparación (carteles y folletos, manuales para la Vigilia, adorno floral, Coral, y otros imprevistos) y que hasta el momento recae todo el coste en la Sección de Huelva y más concretamente sobre su Presidente.
    Sin más paso a señalarle el horario que con carácter general se ha establecido:

   VIGILIA  MARIANA CONJUNTA de los CONSEJOS DIOCESANOS DE ANDALUCÍA  a JESÚS SACRAMENTADO implorando por  la PAZ en el Mundo. (Organiza la Zona de Andalucía Occidental de la Adoración Nocturna Española y La Hermandad Matriz de Almonte).
Días 28 y 29 de abril de 2012.
PROGRAMA DE ACTOS:
Día 28 de abril:
17,00.-  Salida desde Cádiz (recogida de otros Turnos y Secciones)
20,30.- Procesión de Banderas desde……………………………..hacia el Santuario y ofrenda floral a la Virgen, Nuestra Señora del Rocío. Rezo de Vísperas.
21,45.-  Tiempo libre, ágape en locales del lugar a cuenta de cada uno.
22,45.-  Rezo del Santo Rosario, con Velas, en torno al Santuario.
23,30.- Celebración  concelebrada de la Eucaristía, presidida por…  La Colecta se podría destinar a las necesidades de  Cáritas Diocesana.
00,30.-  Inicio de la Vigilia, Turnos de una hora (entre horas se habilitará un espacio para descansar, podrán llevarse sacos de dormir).
Día 29 de abril:
06,30.- Procesión Eucarística con S.D.M. para Bendición de las Marismas.
08,00.- Rezo de Laudes; Oración final; Saludos a Nuestra Señora.
09,30.- Desayuno, Recogida y Despedida.